Las cinco tiendas de indumentaria valenciana de Gandia (La Barraca Fallera, Brocat, Martí Indumentària, Rosa Fallera y Trini Boscá) se unieron el pasado mas de noviembre en una nueva asociación, denominada Ascoinga.
Juan Martí, de Martí Indumentària, es su presidente. Sus directivos ya se han reunido con miembros del Gobierno de Gandia y de la Federación de Fallas para analizar la situación a raíz de la crisis del coronavirus, y plantearlos algunas ideas, especialmente para potenciar el sello o la marca ‘Indumentaria de Gandia’.
Martí es además presidente de la Falla Prado y desde hace años colaborador habitual en medios de comunicación para informar de aspectos de la fiesta. Considera que la fecha tope para celebrar las Fallas de 2021 tendría que ser, mientras no se agravie la pandemia, finales de junio.
¿Como definiría la situación que vive el sector de la indumentaria fallera a raíz de la crisis del coronavirus?
-Hemos sufrido una bajada del 95% de la facturación. La anulación de las Fallas, aunque el trabajo estaba prácticamente hecho, fue el primer golpe. En condiciones normales los meses de mayor facturación son de septiembre a marzo. Pero al pasar Fallas hacemos unas rebajas, hasta mayo o incluso a junio, que este año se vieron afectadas. Por lo tanto, no creo que los indumentaristas inviertan en nueva colección.
Además, hemos tenido algunos problemas de liquidez, porque en este sector acostumbramos a financiar las compras. Con la llegada del confinamiento, todo se paralizó dos meses, y a partir de ahí algunos clientes se demoraron más encara a pagar las piezas que habían adquirido para las Fallas. Trasladar las Fallas a 2021 también supuso que los cargos de las comisiones serán los mismos, y por tanto, tampoco tenemos esa venta que se suele hacer en mayo, cuando se los nombra. Y la incertidumbre sobre la fiesta también hace que aquellas personas que necesitan retoques dejan de acudir. Algunas tiendas se han reinventado con moda nupcial, de fiesta… Pero en este aspecto también hemos notado una parada, por la cancelación de las fiestas de los pueblos y los acontecimientos sociales que vino después. Por lo tanto, la situación es complicada, todos como empresa tenemos unos ahorros, un “colxonet”, pero también van acabándose. Por otro lado estamos hablando de unas piezas que son muy difícil vender “on line”, por más que lo intentamos.
¿Como nació la idea de crear la asociación?
-Algunos comercios ya teníamos relación porque estábamos en la Asociación de Comercio de Indumentaria Valenciana (Asciva). Y nos dimos cuenta que también podíamos tener un asociacionismo parecido a nivel local o comarcal.
¿Piden más ayudas específicas por parte de las administraciones públicas?
-Nosotros el que volamos realmente es trabajar. Nuestra supervivencia pasa no tanto para recibir ayudas, sino por la celebración de actos falleros, en los cuales se luce esta indumentaria, porque es un producto muy específico. Y todo el que estamos hablando con el Ayuntamiento de Gandia, u otras instancias siempre será en forma de convenio de colaboración, no subvenciones a fondo perdido, sino por unos servicios prestados en beneficio de las Fallas, que es un motor de riqueza y mueve la economía de la ciudad. Estamos trabajando en un proyecto relacionado con el Museo Fallero de Gandia.
Esta Navidad ha habido una pequeña colaboración decorando el Árbol de Navidad del Ayuntamiento de Gandia….
-Sí, en este punto es de justicia agradecer la implicación del regidor delegado con las Fallas, José Manuel Prieto, que nos lo propuso.
¿Entiende los motivos que llevaron a suspender la gala del 31 de octubre prevista al Museo Fallero?
-Pues no demasiado, porque se planteó como un acto cultural, no festivo, con todas las medidas de seguridad y televisado. Estaba previsto reunir en 80 personas, cuando ese mismo sábado estaba abierto el Teatro Serrano, por ejemplo. Es una lástima, porque solo se anunció, con 15 días de antelación, ya se notó un poco más de clientela, y volvió la ilusión a mucha gente. No obstante, fuimos respetuosos, el primero es la salud.
Han pensado hacer en 2021 algún tipo de promoción del sector o de la marca “Indumentaria de Gandia".
-Así es, todavía estamos planificándolo. La indumentaria de Gandia tiene un alto nivel, una idiosincrasia propia. Los vestidos que confeccionamos en Gandia no tienen nada a envidiar a los de València, y tenemos clientes incluso de Alicante. Tenemos que convencer a los clientes que no hace falta que se vayan a la capital, porque aquí trabajamos con los mismos proveedores y somos capaces de dar una respuesta rápida.
¿Cruz que habrá Fallas en marzo de 2021? Y, si se celebraron más tarde, ¿como podrían organizarse?
-En marzo encuentro que no estaríamos en condiciones, quizás en mayo o junio. Ahora bien, toda previsión que se pase del verano, como mucho San Juan (23 de junio) ya será arriesgado, porque una cosa está clara: tenemos que cerrar el ejercicio fallero. Los monumentos se tienen que quemar. Y no tiene sentido celebrar las Fallas en octubre de 2021, por ejemplo, para después volverlas a celebrarlas en marzo de 2022. Y aun así, somos conscientes que no serán las Fallas a las cuales estamos acostumbrados, serán unas fiestas de transición. Encuentro que hay fórmulas para repensar los actos y, ahora hablo como fallero, sí que seríamos capaces de organizar unas fiestas seguras.
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